¿Cómo debe ser el mejor entrenador personal del momento?
Un entrenador personal es un profesional que instruye y entrena a clientes en la realización de ejercicios apropiados y seguros con el objetivo de incrementar su aptitud física y su salud. Sin embargo, la figura del entrenador personal va más allá de un mero instructor de ejercicios, ya que debe ser un especialista en comunicación, relaciones sociales, motivación y atención al público.
Para ser considerado un buen entrenador personal, es fundamental que el profesional posea una serie de características y habilidades que le permitan realizar un trabajo de calidad con sus clientes. Entre estas habilidades se encuentran las competencias básicas de comunicación, como preguntar, escuchar y comprender.
Es importante que el entrenador personal se preocupe por los intereses y motivaciones de sus clientes para adaptar el programa de ejercicios a sus necesidades. Por lo tanto, es fundamental que el profesional sea un buen preguntador, capaz de recopilar toda la información posible sobre el cliente, incluyendo sus experiencias previas positivas y negativas en relación a la actividad física. Esto le permitirá detectar momentos de debilidad para variar el programa en determinados momentos.
Además, el entrenador personal debe ser un buen oyente para seleccionar e identificar las ideas sustanciales que le permitan acometer la realización del programa de ejercicios individualizado. Una vez que el profesional dispone de los datos suficientes, debe ser capaz de comprender las necesidades de su cliente para diseñar un programa de ejercicios que se adapte a sus necesidades.
Otra habilidad fundamental que debe poseer el entrenador personal es ser un trabajador incansable, ya que será necesario revisar constantemente la planificación desarrollada para cada uno de sus clientes. Además, debe ser un especialista en la cuantificación del trabajo físico y los tiempos invertidos en cada sesión de entrenamiento.
A la hora de desarrollar la programación, el entrenador personal deberá decidir los métodos y sistemas de entrenamiento más adecuados para cada individuo, además de analizar con sumo cuidado cuales son los contenidos y actividades que ayuden a conseguir los objetivos.
Además de estas características y habilidades, el entrenador personal debe desempeñar otras funciones que se pueden resumir en el acrónimo anglosajón MATER (MOTIVATE, ASSESSMENT, TRAIN, EDUCATE, REFER), que representan el alma mater de su trabajo. Debe motivar a sus clientes, realizar una evaluación inicial de su estado físico y salud, entrenarlos según sus necesidades, educarlos en hábitos saludables y, si es necesario, referirlos a otros profesionales de la salud.
En resumen, para ser considerado un buen entrenador personal, el profesional debe poseer competencias básicas de comunicación, ser un trabajador incansable, decidir los métodos y sistemas de entrenamiento más adecuados para cada individuo y realizar las funciones MATER (MOTIVATE, ASSESSMENT, TRAIN, EDUCATE, REFER). Si se cumplen estas condiciones, el entrenador personal podrá ofrecer un servicio de calidad que permita a sus clientes alcanzar sus objetivos de forma segura y efectiva.
Estas son sin duda algunas de las más importantes cualidades que debe recoger la figura del buen entrenador personal.
Por otro lado creemos que hay que tener muy presente otras funciones que debe desempeñar el EP.
En resumidas cuentas estas funciones las recoge el acrónimo anglosajón MATER
(MOTIVATE, ASSESMENT, TRAIN, EDUCATE, REFER) que válgame la redundancia serán el Alma Mater de nuestro trabajo.